CARTA A MÍ MISMA


                      Estimada Amiga:


Me llamo amiga, porque eso es lo
que quiero ser conmigo misma ahora.

Por mucho tiempo fui mi peor enemigo, de hecho,
fui mi único enemigo.
Fui yo la que permitió que el miedo dominara mi vida.
Fui yo la que se aferró a las penas del pasado
para llenar mi presente de sufrimiento. Era mi propia voz
la que escuchaba en mi cabeza y que me convencía de no merecer lo bueno y que me hacia sentir menos que los demás.

Fui yo misma la que me llené de inseguridades y dudas, de celos y resentimientos.

Fui yo misma la que me juzgué y me critiqué en todo lo que hacía.
Yo misma afecté mi salud y mi bienestar y fui yo misma
la responsable de los problemas en mi vida. En mí estaba la solución y en mí
estaban todas las respuestas.

Fui yo misma la acusada, la juez y el verdugo de mi propia vida.
Yo misma dicté las sentencias y yo misma me impuse castigos.

Y, sin embargo,
HOY ME PERDONO TODO, porque me doy cuenta
que siempre hice lo mejor que pude.
Comprendí que fui un ser sensible y vulnerable y como yo
son todos los seres humanos
y que las experiencias de mi vida moldearon mi personalidad,
hoy rechazo la culpa que siento por mis errores
ya que en nada ayuda y nada soluciona.

Aprendí tarde, que era yo capaz de cambiar mi vida a pesar de mis heridas y
de las situaciones que me rodearon.
Tarde comprendí que era yo mi propia dueña,
que mis pensamientos moldearon mi existencia, que no era una esclava
de las circunstancias y que en mí estaba el poder de mejorar,
de cambiar y de vivir en armonía.

Puedo ver ahora que mi vida fue maravillosa a pesar de las pérdidas
y heridas que todos compartimos.
Agradezco la oportunidad que tuve de ver, de oír , de sentir, de saborear,
la oportunidad de compartir con otros mi vida
y la oportunidad de amar a mis semejantes.

Hoy me deshago de viejos resentimientos hacia otros y hacia mí misma.
Hoy rompo las cadenas con las que yo misma me até.
Hoy me libero del miedo y de la culpa.
Hoy me perdono por todos mis errores.
Hoy admito que nadie tiene control sobre mis pensamientos.
Hoy me libero de todas mis heridas.
Hoy es un buen día para VIVIR.


Me quiero.

Atentamente: La persona más importante de mi vida: YO.
Tomado del libro: El Esclavo. Autor: Francisco J. Angel Real.


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