DELINCUENCIA EN LOS BARRIOS

Para muchas personas de Nicaragua hablar de seguridad ciudadana es referirse a la restricción de libertad que existe al andar por las calles. La delincuencia que un día tuvo un horario fijo: la noche; hoy día no tiene límite porque te asaltan en cualquier momento y no importa si eres hombre o mujer.

Hace aproximadamente 10 años o un poco menos la delincuencia eran un asunto “controlado” hasta cierto punto, al menos se podía caminar tranquilamente por las calles de Managua y aún se veían a muchos niños jugar o andar en bicicleta a altas horas de la noche.


Hoy día basta con sentarse fuera de cualquier casa para que los delincuentes que, la mayoría de las veces, andan en motos te amenacen con una pistola o quizá con algún arma corto punzante.


Por otro lado, en los barrios ubicados cerca del sector donde habita el presidente Daniel Ortega, se puede respirar un “aire de tranquilidad” debido a la alta seguridad que inició desde su triunfo electoral.

Una cuadra, dos, tres y tantas más se encuentran vigilados por policías. En una cuadra hay un policía, en otra dos y quizá en más de alguna está una patrulla completa; sucede porque a veces van de paso y se encuentran a algún colega y “platican”.

Y no sólo es eso, por las noches además de ser vigilados por la cantidad de policías antes mencionados, también, pasan distintas patrullas que se encargan de controlar y supervisar cómo es la situación o el ambientes de las calles.

Al menos por ese lado existe seguridad ciudadana, sin embargo, este dipo de vigilancia debería de llevarse a cabo en todos los barrios y no sólo en los que se encuentran en los alrededores de la casa presidencial, porque es un asunto importante y es alarmante el aumento de la delincuencia que se ha vivido en los últimos años.

De acuerdo con un reportaje publicado por El Nuevo Diario (END), se dice que Nicaragua sigue bien en seguridad ciudadana debido a que pertenece a uno de los 3 países donde existe un porcentaje bajo de inseguridad a nivel del resto de Centroamérica. Si bien es cierto, es real, pero eso no quiere decir que sea un país donde se pueda caminar libremente, el camino es largo y hace falta voluntad por parte del gobierno y los ciudadanos.

Muchas veces la falta de seguridad ciudadana es el resultado del incumplimiento de derechos y deberes ciudadanos, es decir, en vez de invertir en asuntos innecesarios o secundarios, es mejor invertir en educación, salud pública o crear un plan de seguridad social si queremos fomentar un cambio. Todo esto es lo que puede hacer que Nicaragua vuelva a ser un país libre y, a mi juicio, este es el camino para disminuir la delincuencia en los barrios.

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